domingo, 13 de junio de 2010

Puala

Tráigame la naturalidad, doña Mañana.
Junto a su amante prohibido, el Atardecer, ayúdenme a juzgar sin dañar, y a poder discernir entre tantas cosas. Ruego no olviden que con armas destructivas van matando millones de pequeños indefensos y de nuevo retumban en mis oídos los lamentos de un pueblo.

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