Sólo puedo decirte, que de tus ojos, y tal vez tu sonrisa, pude sacar un soneto.
Pero cada error es un error, y a partir de aquello nadie podrá leerlo.
Si me prestas tal vez un poco tus emociones y tu alma, quizás pueda sacar mil memorias frágiles de una mariposa casi transparente que jamás se daría por vencida, a pesar del viento.
Un soneto a tí, uno para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario