y despegar los pies del suelo para pretender volar, porque Santiago se vé lindo sólo desde una montaña rusa, cuando vas de cabeza, y no procesas lo que en realidad observas, sólo ves.
De otra forma, sigue siendo la misma masa gris, bendito sea el pedazo de Orlando que hay.
Más espacios verdes, menos edificios ;)
Por una vida en paz.
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